El Monasterio de Iranzu es uno de los pilares patrimoniales de Navarra y exponente del románico cisterciense. Del conjunto de edificaciones medievales permanece la base de la Iglesia, el claustro, la sala capitular, las celdas de castigo, el locutorio y la cocina, correspondiendo el resto a sucesivas remodelaciones de los siglos XVI y XVII.
Tras la desamortización de Mendizábal fue abandonado, llegándose a declarar en ruinas. En 1942 se inició su restauración y actualmente se encuentra en muy buen estado de conservación, rodeado de montes y entornos naturales de gran belleza.
El Monasterio de Iranzu se puede visitar libremente o mediante visitas guiadas.